Escritor, ese oficio…

«El oficio de escritor tiende a triste, por su ingratitud con los más grandes, a los que la historia ha hecho justicia cuando la vida les maltrató. Admiro a quienes superaron el hambre y las miserias para dejarnos obras maestras»

Fran Heredia, que se confiesa escritor intruso, habla así de su admiración por los grandes, aquellos que escribieron las historias que perduran más allá del tiempo.

En eso, y no en mucho más, estamos de acuerdo el protagonista de La palabra perfecta y este autor. A modo de prueba, la imagen que capté en la Gran Vía de Madrid un día cualquiera, mientras paseaba buscando libros y librerías.

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