Mi nombre es Antonio Domingo Muñoz Vela. Nací en Málaga recién caída la dictadura, en 1975. Leí a Mortadelo y Filemón. Crecí. Hice El Viaje al centro de la tierra de Julio Verne. Estudié. Y conocí a Don Quijote y Aureliano Buendía. Estudié más, y llegaron John Katzenbach, Eduardo Medonza, Vázquez Montalbán, Pérez Reverte y sobre todos, Gabriel García Márquez. Me licencié en Comunicación Audiovisual en la Universidad de Navarra. Trabajé. Leí a Coelho. Perdón. Y la radio se hizo con el sitio de los libros. Pero había tiempo libre, así que aparecieron el maldito Patrick Rothfuss, Tom Wolfe, Ernst Hemingway.
Luego estudié más y aparecieron Unamuno y Ortega y Gasset. Me doctoré en comunicación y derecho tras defender mi tesis doctoral titulada «Derecho a la información y deporte en la sociedad digital» que obtuvo la calificación de Sobresaliente Cum Laude. Y ahora leo, y el vicio de escribir lo mato inventando historias. La ficción gana a la realidad por poco, por un gol injusto en el último minuto de la prórroga.
Escribo sobre las cosas que suceden en nuestro día a día en Twitter: @antoniodmunoz
El resto de mis días trabajo en la Real Federación Española de Fútbol, en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (Madrid). Desempeño tareas de periodismo en el Área de Medios y Comunicación, en contacto con el contenido multimedia y sus redes sociales, con las Selecciones Nacionales de Fútbol y los torneos, competiciones e información oficial de la RFEF.
Antes ejercí el periodismo desde que en 1997 acabé mis estudios en Pamplona y llegué a Madrid: Radio Voz, Radio España y Radio Marca fueron lugares donde crecí como informador y me dediqué a una de mis pasiones, la radio, antes de saltar a la empresa deportiva de la mano de la RFEF y el Real Madrid CF. En ese tiempo, además, he realizado colaboraciones escritas en medios como Diario 16 o Málaga Hoy, me saqué el título básico de entrenador de fútbol, hice el Curso Superior de Gestión de Entidades Deportivas de FIFA/CIES, formé una familia, leí, leí, leí… Hasta que me dio por escribir La palabra perfecta y ser feliz por defecto. Y en ello estoy.