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#donNadie | Capítulo 1… «Aquel lejano amanecer, el primero de su vida, le mintió. Le mentí…»
#donNadie | Capítulo 2… «Comió sin sal, tomó café solo, sin compañia ni leche. Bebió agua. Siguió el viaje de una araña desde el techo al suelo. Miró el reloj de pared todas las horas. Una tras otra, hast que pasaron ocho o nueve…»
#donNadie| Capítulo 3… «Amaneció. Respiró. Trabajó. Pasó las horas. Compró pan y cebolla, leche frita y desgraciada. Aceite sin oliva, filetes de pollo sin alitas…»
#donNadie | Capítulo 4… «Se asomó a la calle y buscó al autor del telegrama. Lo cazó justo cuando se colaba en el bar de enfrente. Pero no había un bar en las narices de su edificio. De ningún modo…»#donNadie| Capítulo 5… «Al amanecer, en otro más de sus días blancos, sintió una brisa. Fue apenas un susurro frío, fresco, hubiera matizado si le hubieran preguntado. Fresco y remoto como las sábanas de seda en las que se vio envuelto. Sintió. Sentir le hizo sentir raro. Claro, jamás había sentido…»#donNadie | Capítulo 6… «Aceleró el paso para montar, sobre el reloj, en la parte de atrás del tranvía. No pagó el billete. No sabía cómo hacer, ya que, hasta el día anterior, no circulaban tranvías en Farmington…»#donNadie | Capítulo 7… «Paseó sin orden, jugueteó con algún ejemplar hasta que los libros le agotaron y se rindió ante la biblioteca. Prometió nueva visita, si entendía mejor en el futuro…»#donNadie | Capítulo 8… «Saludó al alba fisgándose las manos en busca de patas negras e inquietas. Chequeó si mantenía el ombigo en su sitio y probó a sentir el contacto de las cervicales en el colchón. No había mutación. No era una cucaracha…»#donNadie | Capítulo 9… «Ergo. El uso de la conjunción latina se le mezcló con sensaciones raras. Se le antojaba imposible asumir las palabras de su narrador… Él no se enamoraba. No sabía que el amor atenta contra las certezas»#donNadie | Capítulo 10… «Acabó seco, estrujado. Espachurrado, boquiabierto, sin arrestos para desentrañarse tras la lección magistral sobre datos y modernidad. No echó en falta la palabra «gracias», era inexistente en su entorno laboral. Desde siempre…»#donNadie | Capítulo 11… «Al punto y final le siguió un aplauso correspondido por el coordinador general con gestos de falsa timidez. Y él se quedó solo. Solo, y en blanco. Un poco más patidifuso de lo habitual, pero solo. Y en blanco…»#donNadie | Capítulo 12.. «Se topó con Ana Luis al inicio de la barra. Ignoró el rostro. Brindaba cerveza en mano. Saludó con gruñido. Nada, ni caso. Se paría fiesta loca. Se apartó a una esquina irrelevante del local y sorbió un vaso de agua. No pensó en el robo que había sufrido a manos de su jefe…»#donNadie | Capítulo 13… «Si ella tiene que morir, no habrá novela, al menos conmigo como protagonista. Ella no la va a palmar. Y no pongas en mi boca palabras como «palmar»…»#donNadie | Capítulo 14… «El puto genio tenía poder para pulsar una simple tecla. Esa tecla le alejaba de la irrelevancia. Como no pensaba, la presionó y se zambulló en una espiral de risas. Dispersó por completo. En pocas líneas se olvidó de la chica…»#donNadie | Capítulo 15… «Las figuras amorfas de las estanterías que ocupaban su hogar habían desaparecido en favor de una buena selección de libros. No los contó. Había cien. Entre ellos descansaba su diccionario ITER y allí estaba el origen de la palabra. Finiquito…»#donNadie | Capítulo 16… «John Lotti exhibía pintas con las seis letras. Fino, atlético, barba de dos días perenne. Festivalero, desbordante. Pantalón a juego, pitillo. Era el pequeño de siete hermanos en la tercera generación Lottino…»#donNadie | Capítulo 17… «Podríamos pensar que el protagonista no se sentía héroe, y fue el instinto el que le hizo acudir al teléfono. Nada de eso, nada de instinto. Fue la aplastante lógica de las cosas en la vida real, aunque por entonces no hubiera leído un pasaje de La Juguetería Errante…»#donNadie | Capítulo 18… «Al sol naciente apenas se reconoció debido a la escasez de aire en los pulmones. Tenía los nervios por los suelos. Los blancos le caían encima. Bajo la almohada dio con una lista de códigos ordenadores por prioridad, la de su socio…»#donNadie | Capítulo 19… «No me crees, socio y eso no está bien. ¿Estamos a novelas o a setas? Vía telefónica, el socio le afinó un diagnóstico para el trastorno que estaba sufriendo en carnes y huesos… Bloqueo de escritor»#donNadie | Capitulo 20… «Y amar. Leería hasta creer, debía saber y deseaba amar. El escritor le había permitido enamorarse y ese era el camino. Se había enamorado tras verse del brazo de la chica. Esa sería la novela. Nadie iba a matar a la chica por causa de una novela…»#donNadie | Capítulo 21… «Cuando pensó, pidió un paréntesis para pensar. Lo tuvo y lo tomó. Necesitaba claridad y por eso se perdonó los crímenes siguientes. Seleccionó. Eliminó. Se arrepentía de todo lo reciente, salvo de las lecturas y el beso…»#donNadie | Capítulo 22 | «La irrelevancia era una buena opción a futuro pero antes debía cumplir con sus obligaciones. Se sentía estafado, pero de lo anterior había resurgido con voluntad propia. Quería revolverse a codazos contra su papel en la farsa que le habían escrito…»#donNadie | Capítulo 23 | «Quizá era un nuevo amanecer cuando tiró de recursos no literarios. Acción. Taxi, y al aeropuerto. Pagó un dineral por un avión a Bari. Se quedó sin traje y zapatos, por exceso de equipaje. Caló un canuto. Se relajó en exceso. Ocupó el asiento 10 B, siempre el diez. Rezó…»#donNadie | Capítulo 24 | «Paseó con calma por Locorotondo. Disfrutó de su recién adquirida condición de irónico. Recordó la cita de alguien que citaba a Socrates: «La ironía es la herramienta del humilde contra el charlatán». Se gustó, irónico…»#donNadie | Capítulo final | «Encaró. Un nuevo hágase brotó del silencio y el blanco le rodeó al abrir los ojos. Sus hueso no reposaban en casa. Todo era un blanco sin aristas, sin líneas del horizonte ni esquinas. Solo, un blanco infinito. Consideró la posibilidad de haber caído en la muerte…»
Antonio Domingo Muñoz 